Te quiero dejar esta receta de lo que yo llamo «cocina de supervivencia», con proteínas vegetales. Un guiso delicioso para llevar a cabo en 15 minutos.
Imagina la siguiente situación: has tenido un día intenso, mucho trabajo, no quieres comer cualquier cosa fuera de casa y tienes mucho apetito, necesitas algo que puedas cocinar rápidamente y que además te nutra y esté delicioso.
¿Tienes proteínas vegetales en tu «fondo de nevera»?
Supongo que te organizas para disponer de productos básicos en tu despensa y en tu nevera.
En este caso necesitas:
- Aceite de oliva,
- sal y especias (a tu gusto),
- una cebolla,
- un calabacín (si tienes tomates, zanahorias etc. mucho mejor),
- salsa de soja y
- las protagonistas del plato: proteínas vegetales, yo he utilizado una maza de quinoa y borraja.
¡A guisar!
Todo es cuestión de organizarte:
- lo primero troceas el calabacín a tu gusto, a mi me gusta en tiras. Le pones sal para que pierda el amargor, mientras seguimos con el plato.
- Picas la cebolla y la salteas en aceite de oliva virgen extra con la cantidad suficiente de aceite para que ni sobre, ni falte. Cuando la cebolla está hecha, sin quemarse, la retiras de la sartén y la apartas.
- En ese aceite ponemos el calabacín previamente lavado, habrás visto el agua que ha eliminado. Se hace rápidamente. Lo sacas de la sartén y lo pones con la cebolla.
- Es el momento de saltear la proteína vegetal.
- Cuando se haya hecho un poco añadimos las verduras y condimentamos con la salsa de soja y las especias que deseemos. Aquí hay que tener cuidado con no dejar el guiso muy salado. Yo le he puesto orégano para aromatizar el plato. Lo dejamos cocinándose a fuego lento unos minutos para que se mezclen los sabores y que todo «empaste» bien.
Y para completar el plato, si dispones de arroz integral cocido (yo suelo tener cocinado para dos días) le pones un poco.
Si no tienes, con una rebanada de pan integral ya puedes disfrutar.