Las quemaduras solares pueden colorear de rojo el recuerdo de unas buenas vacaciones.
Después de todas las campañas sobre los peligros de tomar el sol yo estoy super concienciada. Así que, en cuanto llego a la playa, agarro a toda mi familia y los reunto con el protector solar.
Siempre escojo uno con la protección solar máxima y que sea fácil de extender. Aún así, me lleva un rato dejarlos a mi gusto.
Total, que la última vez que fui a la playa, después de media hora al solazo persiguiendo a mis chicos, hartita de sudar, se me ocurrió meterme al agua a refrescarme antes de darme la crema. Ya que estaba en el agua me hice unos «anchos» y cuando salí, se me fue el santo al cielo.
Ya te imaginas cómo acabé, ¿no? Tres horas después la piel empezó a tirarme y mis hijos, muy graciosillos ellos, empezaron a saludarme al grito indio de «HAU».
Estos despistes son muy habituales y suelen acabar en quemaduras solares.
Seguro que a ti también te ha pasado alguna vez…
Quemaduras solares ¿Por qué se producen?
Las quemaduras solares son a la vez un aviso y una forma de protección.
Cuando una célula de la piel muere por una elevada exposición a los rayos ultravioletas, libera un tipo especial de RNA, que sirve de aviso a otras células cercanas de que algo mal.
En respuesta a esta señal de peligro las células sanas se inflaman. La inflamación sirve para eliminar esas células quemadas y para permitir que la piel sane.
A nivel de organismo es una sensación tan incómoda y dolorosa que nos obliga a alejarnos del sol, protegiéndonos de que la quemadura vaya a más.
Pero, a veces, parece que la información de que nos estamos quemando llega tarde y, para cuando nos damos cuenta, el sol nos molesta, el roce de la ropa nos incomoda y la sola idea de las sábanas sobre nuestra piel al acostarnos nos parece la peor tortura imaginable…
Llegados a este punto hay que actuar cuanto antes mejor:
- Retírate del sol
- Enfría la zona
- Hidrátate lo antes posible por dentro y por fuera
- Si la quemadura es grave acude a tu médico
Un consejo: Para hidratarte no te pongas cremas a base de petroquímicos, porque podrían atrapar el calor y hacer que la quemadura empeore.
¿Cómo tratar las quemaduras solares con aromaterapia?
Puedes ayudar a que la quemadura desaparezca antes utilizando aceite esencial de espliego. Se puede usar puro sobre quemaduras, heridas y picaduras (en pequeñas extensiones de piel). Te va a ayudar con el dolor, la cicatrización y la recuperación de la zona.
En caso de quemaduras solares, que suelen ser afectar a zonas más extensas, ya sabes: hombros, nariz, frente… te recomendamos diluir el aceite esencial de espliego en aceite de rosa mosqueta y mezclarlo con aloe vera.
De este modo obtendrás varios beneficios: la acción refrescante del aloe, sobre tu piel abrasada, se sumará al poder regenerador de la rosa mosqueta y a la sensación calmante del aceite esencial de espliego.
Además el aloe ha demostrado acción antiinflamatoria y potenciadora de la curación hasta en quemaduras de segundo grado.
¿Qué necesitas?
1 tarro de 50 ml
Aloe vera
Aceite de Rosa Mosqueta
Aceite esencial de espliego
¿Cómo se prepara?
Pon 5 mililitros de rosa mosqueta en el tarro.
Añade 10 gotas del aceite esencial de espliego.
Mézclalo con una espátula de madera, removiendo suavemente.
Añade el aloe vera hasta llenar el tarro.
Vuelve a mezclar hasta que el aceite se haya incorporado al aloe vera.
Para utilizarlo extiende una generosa capa y deja que tu piel lo absorba.
Repite la aplicación al menos 3 o 4 veces al día y mantente alejado del sol hasta que tu piel se recupere.
Un extra: Una muy buena idea es tomar antioxidantes antes, durante y después de la exposición solar. Uno de los antioxidantes más adecuados es el resveratrol que puede proteger del estrés oxidativo y prevenir los daños cutáneos, incluido el cáncer de piel
Si te has pasado de sol y quieres recuperar tu piel o vas a la playa y quieres estar preparado por si aca… tenemos una oferta muy especial para ti en nuestro pack para quemaduras solares. Llévatelo ahora con un 10% de descuento y el botecito para guardar la preparación ¡gratis!
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¿Quieres saber más? Aquí te dejamos algunas referencias bibliográficas que te pueden interesar:
- Bernard, Jamie J, Christopher Cowing-Zitron, Teruaki Nakatsuji, Beda Muehleisen, Jun Muto, Andrew W Borkowski, Laisel Martinez, Eric L Greidinger, Benjamin D Yu, y Richard L. Gallo.«Ultraviolet radiation damages self noncoding RNA and is detected by TLR3». Nat Med 18, n.o 8 (agosto de 2012): 1286-90. doi:10.1038/nm.2861.
- Somboonwong, J., S. Thanamittramanee, A. Jariyapongskul, y S. Patumraj. «Therapeutic effects of Aloe vera on cutaneous microcirculation and wound healing in second degree burn model in rats». Journal of the Medical Association of Thailand = Chotmaihet thangphaet 83, n.o 4 (1 de abril de 2000): 417-25.
- Jang, Meishiang, Lining Cai, George O. Udeani, Karla V. Slowing, Cathy F. Thomas, Christopher W. W. Beecher, Harry H. S. Fong, et al. «Cancer Chemopreventive Activity of Resveratrol, a Natural Product Derived from Grapes». Science 275, n.o 5297 (10 de enero de 1997): 218-20. doi:10.1126/science.275.5297.218
