El sol es fuente de Vida: disfrútalo sin temor con protectores solares que además nutran tu piel.
Nuestra forma de vivir tiene como consecuencia que desarrollamos la vida familiar, actividad laboral y lúdica en espacios interiores pequeños (por muy grande que sea tu casa o tu lugar de trabajo) y con luz artificial. Además el miedo a padecer un melanoma (cáncer de piel) o sin irnos al extremo, el miedo a envejecer, hace que a diario utilicemos cosméticos con protector solar de modo que la mayor parte del tiempo nos “aislamos” del sol.
Nuestro organismo necesita Sol para realizar muchos procesos biológicos básicos, entre los que destacaría la síntesis de vitamina D, que es muy importante para el mantenimiento de los huesos, la regulación nuestros biorritmos, también mejora las defensas del organismo, interviene en la protección de nuestra piel… estos y otros procesos fundamentales para nuestra supervivencia dependen de una adecuada exposición al sol.
¿Cuáles son los beneficios que una exposición correcta al sol aporta a tu salud?
• Gracias al sol se sintetiza en la piel la Vitamina D.
• Favorece la circulación sanguínea periférica.
• Tonifica el organismo en general, hace que todo funcione mejor.
• Ayuda a cicatrizar heriditas, granitos…
• Mejora el ánimo (ya sabes del carácter de los habitantes del sur de Europa)
¿Qué cosas conviene tener en cuenta antes de darse un baño de sol?
- El sol es más agresivo entre las once de la mañana y las cuatro de la tarde. Tú lo sabes, yo lo sé, TODOS lo sabemos, aun así es cuando más tortas hay en la playa por un metro de arena. Si puedes, evita ir a esas horas, y si no, añade a tu equipaje playero una gran sombrilla y un buen protector solar.
- Aunque el protector solar sea “resistente al agua”, conviene reponerlo de vez en cuando, por lo que se haya podido perder.
- La acción del protector solar es prolongar el tiempo de exposición al sol de forma segura. Esa exposición debe ser gradual mientras tu piel se curte. Durante el invierno la has tenido envuelta “entre algodones”. Ahora la luces en su esplendor y, claro está, sufre. Si buscas la sombra para tu coche ¿no crees que tu piel se merece al menos la misma consideración?
En el momento de adquirir un protector solar pregúntate qué necesitas:
• ¿Fotoprotección?
• ¿Bronceado?
• ¿Nutrición y reparación de la piel?
Lo deseable es que un producto de calidad cubra los tres aspectos, de modo que puedas disfrutar del sol sin quemarte, pero en cualquier caso siempre prima alguno de esos factores de modo que, dependiendo de tu necesidad, puedes elegir que protector solar es más adecuado para ti.
Para elegirlo piensa cuál es tu prioridad:
• Bronceado. Belleza. Protección
Si quieres volver de tu escapada veraniega y recibir a la vuelta un
«¡Vaya que color, como se nota que has estado de vacaciones!»
hay protectores con aceleradores del bronceado que harán que este año consigas coger un moreno playero sin pisar la costa. Eso sí, el factor de protección de los bronceadores suele ser más bajo por lo que deberás valorar a qué horas usarlo y durante cuánto tiempo.
Si esto es lo que buscas nuestra recomendación es, sin dudarlo, el Broncedor Ultrarápido de Rhatma , que además de ayudarte a coger un moreno precioso lleva vitaminas con acción antioxidante (E+C+A), para prevenir el envejecimiento, y vitaminas fotoprotectoras (F, pantenol y niacinamida), que reparan tu piel.
Los activos vegetales que aceleran el bronceado te ayudarán a no tener que pasarte 10 días vuelta y vuelta. Media hora al día es suficiente para conseguir un intenso tono dorado, mejor si repartes esos 30 minutos en 2 (15 minutos antes de las «horas malas» y 15 después, por ejemplo) y para que dure más mantén tu piel muy bien hidratada.
• Protección. Bronceado. Belleza.
Si quieres disfrutar de los beneficios del sol y terminar con un colorcillo muy saludable, pero te preocupa que una protección 15 sea poca para tu piel, entonces puedes pasarte a un bronceador con protección solar alta como Phytovit Protect SPF 30.
Este bronceador está especialmente indicado para «personas con la piel clara que empiezan a tomar el sol y desean acelerar de forma segura el bronceado a la vez que protegen e hidratan su piel».
También lleva vitaminas y factores antienvejecimiento, para que no acabes como una pasita, además de mantecas y aceites vegetales, que refuerzan el filtro solar de la mezcla, como manteca de Karite, aceites de sésamo y zanahoria y aloe vera.
• Minimizar riesgo, protección intensa, si tu piel es especialmente sensible.
Cuando uno tiene la piel sensible o es muy blanquito lo mejor es «curarse en salud» si no queremos acabar como «Guiri en Salou» «¿Borracho?», te preguntarás. «¡Nooo! Rojo» 😉
En estos casos hay que optar por la protección más alta (50+), a nosotras nos gusta recomendar la Leche Solar en Spray de Aloedermal. Es muy cómoda de usar, la textura es muy agradable y liviana, es resistente al agua y consigue una protección máxima contra los radicales libres, previniendo el envejecimiento.
Para asegurar una buena hidratación de la piel esta fórmula lleva aceite de argán, aloe vera y extracto de Mucuna pruriens, este extracto es naturalmente rico en un precursor de la melanina que favorece el proceso de pigmentación de la piel, así que volverás a casa más morentit@ de lo que saliste.
Algo a tener en cuenta no menos importante que lo anterior:
Tu piel se «come» lo que pongas sobre ella.
Es muy importante la composición del protector solar que elijas. Fíjate en que no contenga parabenes, parafinas, ftalatos, siliconas… y pon especial cuidado si eres susceptible a algún ingrediente en concreto mirando el INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos).
Con esta propuesta ya puedes satisfacer tu necesidad de sol y gozar de un merecido descanso.