Tener los pies perfectos en verano es un logro al alcance de pocos: hay muchos enemigos de unos pies saludables y bonitos, pero hoy me voy a ocupar de uno que suelen dar mucha lata en la época estival: las grietas en los talones.
Pies perfectos vs. Talones agrietados
Llega el veranito y con él el deseado destierro de botas, zapatos, zapatillas y demás : las chanclas toman el asfalto trayéndonos una indudable sensación de libertad y bienestar… hasta que aparecen las primeras grietas en los talones, pinchándonos nuestra burbuja de «a qué huelen las nubes».
Y es que, tras meses de llevar nuestros pinreles entre algodones (en forma de calcetines), el calor y el roce con el entorno terminan por pasar factura y las grietas ocupan su lugar en nuestros maltratados pies.
Toca cuidar y mimar los pies a diario para volver a tener unos pies perfectos, y que conste que con perfectos me refiero a sanos y cuidados.
Paso 1: Exfoliación
El primer paso imprescindible es la exfoliación: un clásico es la piedra pómez, la revolución son las limas eléctricas, pero a mí me gusta más la versión suave y natural del exfoliador de terracota. Fue el descubrimiento del verano pasado y no puedo dejar de recomendarlo: es un producto natural, artesanal, fabricado en España, no se gasta ni se estropea, se puede utilizar en la ducha y hace su función eliminando las durezas con un masaje muy agradable ¿Qué más se puede pedir?
Paso 2: Hidratar y regenerar
En segundo lugar hay que recuperar la piel. Aquí lo mejor es echar mano de una de las más potentes alianzas hidratantes y regeneradoras: Manteca de Karité + Aceite esencial de Mirra.
La manteca de Karité es una base fantástica para hacer una crema natural: es muy nutritiva, suaviza, regenera y ayuda a mantener la elasticidad de la piel. Para los pies puede aplicarse directamente, pero si tienes grietas agradecerás la ayuda que le va a dar la esencia de mirra.
El aceite esencial de mirra es antiinflamatorio, astringente, cicatrizante y antiséptico, pero lo más importante es que aumenta la elasticidad de la piel y ayuda a recomponer las pieles agrietadas, esto lo hace ideal para fabricar un bálsamo calmante y regenerador que dejará tus pies perfectos.
Consejo extra: También puedes usar el aceite esencial de mirra para endurecer las uñas, basta con aplicar una gota en un bastoncillo y frotando con él las cutículas.
¿Cómo se prepara la crema?
Basta con añadir 3 gotas de aceite esencial de mirra por cada 25 gramos de manteca de Karité y moverlo para mezclarlo.
Si quieres que la mezcla sea más cremosa y fácil de extender puedes añadirle un aceite vegetal.
En casos extremos, tipo «me he hecho el camino de Santiago en chanclas» (¡OMP!*), te recomendaría el aceite de rosa mosqueta, que por su elevado poder regenerador complementa muy bien la mezcla anterior, haciendola ideal para los casos más difíciles.
El aceite vegetal se añade gota a gota sobre la manteca de Karité mientras se remueve hasta conseguir la textura cremosa deseada.
Si quieres ver un video sobre cómo se prepara pincha aqui
Ritual de cuidado para unos pies perfectos
Lo mejor es que aproveches las noches para dedicarles un rato de mimos a tus pies: 10 minutos son suficientes, 20 un lujo merecido 😉
- Empieza por aligerarlos del día con una ducha con contrastes de agua fría y caliente.
- Una vez limpitos sigue debajo del agua con la exfoliación.
- Después sécalos bien y busca un sitio cómodo para un masajito con la mezcla de manteca y aceites que te hayas preparado.
- Siéntate, eleva un poquito los pies y deja que el bálsamo se absorba y comience su labor de regeneración antes de volver a ponerte en movimiento.
¿A que ya los sientes mucho mejor?
*OMP: ¡Oh Mis Pies!
Si quieres mimar tus pies te ofrecemos 2 fantásticas alternativas completamente naturales en función de su estado:
- El pack de cuidado diario es ideal para las personas previsoras, que ven las primeras grietas en los talones y deciden tomar cartas en el asunto con un cuidado muy completo:
- El pack de cuidado intensivo es para pies más maltratados y que necesitan un ayuda extra para volver a su ser